Esperando panqueques

Escribiré mientras espero los panqueques que pedí hace 15 minutos. Pisco hasta ahora me parece un pueblo desconocido, pues sólo conozco el hotel, la caja municipal y la botica fasa a la que fui a comprar mi tarjeta 147 para poder llamar a la oficina y a Rogelio que estaba en Iquitos. Ahora que lo recuerdo, Rogelio nunca me contestó cuando llamé desde el teléfono público. Hoy mis amigos de la pre están celebrando el cumpleaños de Karime, la cofradía parece que no tiene un plan certero para el día de hoy, de hecho Leo está visitando a Emil, Rogelio debe estar paseando con alguna chapara (no albina) y yo estoy acá en Pisco esperando mis condenados panqueques. Lo que llegó antes que mis panqueques ha sido el sueño y si no se apuran, este va a desalojar al hambre. La televisión por cable es malísima, todos los canales se ven con lluvia, pero los muchos intentos de ver canales "pay per view" en Lima me han ayudado a decifrar lo que están transmitiendo algunos de los canales. En fin, mañana espero despertar temprano como nunca en un sábado, caminar por Pisco un par de horas, y regresar a Lima. Los voy dejando, porque acaban de llegar mis panqueques y creo que valió la pena esperar. Se ven y huelen muy bien.