Día de paz

Hoy estoy contento. Es que hoy es uno de esos días que empiezan con un sol brillante, y claro, de vez en cuando digo que el clima se comporta según mi estado de ánimo. Me desperté y me quedé echado sin pensaren nada más que en querer estar ahí echado boca arriba sabiendo que estoy vivo y que tengo mucha suerte de estar como estoy. Hoy pude conversar con David, con quien no conversaba desde hace tiempo, y es más, el día de hoy estoy escribiendo desde su casa. El día está tan tranquilo como cuando abrí los ojos para ver la luz que guiaría mi día. Y aún con esta luz artificial siento paz en mi. Hoy no lloverá, lo sé, porque hoy no es día de lluvia. Quizás hayan truenos y relámpagos, pero no, no lloverá. ¿Cómo lo sé? Ya te lo dije y no pienso repetirlo. No te cuento más, porque esta paz está impaciente por seguir acompañándome en lo que resta del día. ¿Mañana estará ahí? No lo sé y no me detengo a pensar en ello. Simplemente estoy contento y no quiero dejar de estarlo por lo que pueda pasar.