Buenos Amigos

Mis 6 amigos me están esperando como todos los años a la hora pactada. Al sonar las once campanadas, una pequeña charla tendremos. Les contaré mis inquietudes y yo sé que ellos escucharán con mucha atención. Peculiares personajes, que saben que estaré ahí llevándoles luz y buenos deseos. Alegres y divertidos revolotean por aquellos lugares en los que dejé de estar hace algún tiempo, pero que recuerdo mucho y traigo siempre presente. Espero verlos y que me reciban con los brazos abiertos como siempre lo han hecho. Voy saliendo en busca de mis amigos, así que me despido con un punto que no es final.

Cuando el Pasado se Hace Presente

Hace varios días que quiero escribir estas líneas. El miércoles 30 recibí un mensaje de texto en el celular que indicaba que alguien me quería llamar. Cuando llamo, me di cuenta que era Carlita, lo cual me pareció muy extraño y más extraño aún fue que cuando conversamos ella me preguntara si quería ir por unos tragos con ella y la enamorada de su hermano (Ingrid de ahora en adelante). Pasé un buen rato conversando con ellas, más con Carlita que con Ingrid. Lo que no me gustó fue que cuando le preguntaron al broder que atendía si había trabajado en el Bocatta el dijera que sí y tratara de empezar a gilear. Tenía ganas de meterle un puñetazo pero preferí dejarlo mal parado con algunos comentarios (lo justo pues). Fuera de eso, me hubiese gustado decirle a Carla que la pasé chévere y también me comí decirle que estaba hecha un cuero. Con su polo rojo, su jean, sus pantuflas de monitos y esos ojos que matan me cautivó por completo. Pero esta vez, mi cerebro estuvo presente y pude tener la cabeza fría, quizás por las chelas, jajaja. Carlita es una persona a la que estimo y quiero mucho, siempre será así. Supongo que como ella dijo, nos veremos pronto. Sin más que decir, porque a veces las palabras sobran, me retiro.

La Típica

El día viernes me encontré con mi pata Juan Loayza, que es mi pata desde la CEPREPUC. Yo estaba caminando y escuché un "maricón", claro, con un tono bien torcido. Volteé y vi a tremendo homosexual sonriéndome, luego lo identifiqué; era mi pata Juan. Me preguntó acerca de mi vida y que estuve haciendo en este tiempo y yo hice lo propio. Luego de la conversación no tan trascendental me preguntó por mi cel para "hacer algo uno de estos días". Le di mi número y se despidió con la siguiente frase: "estamos coordinando". Al toque le respondí: "Esa es la típica", porque no nos podemos despedir diciendo "Hasta que nos volvamos a ver", que sería una despedida más sincera. Él me dijo que esta era en serio y hasta me dijo "postéalo en tu bloj, para que veas". Y bueno, está posteado. Esperemos la llamada de mi pata Juan. Es un reto, diría yo.