Este es mi blog (léase "bloj"). Cada cosa que escriba será algo que es parte de mi vida o de mi forma de pensar. De vez en cuando escribo cosas que siento, porque soy alguien que vive enamorado. Una chica marcó mi vida, siempre la tengo presente y es muchas veces el motor que me mueve y motiva. Actualmente hay otra chica entrando en este escenario llamado "Vida" y ojalá permanezca el tiempo suficiente. Espero que mi vida sea de tu agrado, es lo que tengo, loca a veces, pero es así y me gusta.

miércoles, 23 de enero de 2008

Comida por Caña

Hoy, después de mucho tiempo, llevé lonchera al trabajo. Es que con la compra de mi carro, mi presupuesto se ha visto disminuido y tuve que poner la comida y la juerga en la balanza. Una de estas dos cosas es la que dejaría de pagar para poder seguir viviendo como siempre. Obviamente ganó la juerga y ahora llevo lonchera de mi casa, lo cual no me gusta por el único hecho de que esta comida no la pago yo. Pero no importa, esto está a prueba por un mes. Si llego a acostumbrarme a gastar menos, voy a retomar mis gastos de alimentación y voy a sentirme menos dependiente otra vez. Mi carro ya es una realidad, luché mucho por él, y estoy contento por este logro personal. Por otro lado, hoy me siento un poco triste, pero seguramente eso se me pasará rápido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buneo yo creo q el gasto que el carro representa es decir gasolina va a ser mas alto q lo que pensabas... mas el mantenimiento, y mas cosas asi q sigue comiendo en tu casa no mas...

Ismael dijo...

Mi estimada, verás que haré hasta lo imposible para comer pagando mi propia comida. "El hombre no retrocede ni para tomar impulso" dicen.

Anónimo dijo...

Que bueno que pudiste diferenciar a tu anónimo amigo lector de aquel otro anónimo. De hecho me da gusto ver que identificaste que no era yo, porque respondiste a su post con un "Mi estimada" - como sabiendo que era una mujer. Y ahora me crearé una identidad para que no me confundas con aquella amiga anónima que hizo el último post.

Ismael dijo...

La forma de escribir delata a todos. Todos tratan de no cometer errores, pero ni bien se escapa uno, sale gritando el nombre y apellido del dueño.